Heidecke decidió hacerse autónomo y sacar adelante su proyecto, pero le hacía falta el montante para ello. Así pues, tras cierta búsqueda, logró entusiasmar a Paul Franke, poseedor de una tienda fotográfica e igualmente antiguo trabajador de Voigländer.

En 1920, Paul Franke y Reinhold Heidecke fundaron la fábrica ‘Franke & Heidecke’ de cámaras Rollei [1], en la misma ciudad donde residían. A partir de entonces, Heidecke se dedicó a diseñar cámaras estereográficas [2] con el objetivo de crear una cámara robusta, fiable, de grandes prestaciones y para ello tenía una idea clara: había que prescindir del fuelle en la construcción, ya que el fuelle podía acabar rompiéndose o pudriéndose según las condiciones de uso. Además debía utilizar película de rollo. Estaría dotado de un visor réflex que proporcionaría una imagen clara y amplia de la escena y que permitiría enfocar el objetivo.

Fue así que sacaron a la luz su primera cámara: una estereográfica denominada “Rolleidoscop” o “Heidoscop” de rollo y tres objetivos (dos para la toma esteroscópica y uno central como visor para control de encuadre), pero no era nada nuevo pues Voigtländer también las producía. Además las estereoscópicas no se vendían demasiado bien. En 1926, la placa de cristal fue sustituida por la más económica y cómoda película de carrete, que evitaba tener que entrar al laboratorio inmediatamente después de cada toma.

Entonces decidieron rediseñar una nueva cámara a partir de la Heidoscop. De las 3 lentes en horizontal que tenían, dejaron 2 en vertical y así, en 1929, Rollei lanzó la cámara que sería su mayor éxito comercial: la Rolleiflex original, que fue presentada después de once unidades prototipo construidas desde 1927 y 12 muestras de producción.

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[1] Nombre que deriva de la contracción Roll, de película de rollo; ei, de Heidecke y flex del tipo de visor: réflex.

[2] Técnica que permite la captación y la proyección de imágenes en relieve: tal y como la vemos con nuestros ojos cuando son objetos reales.

La acogida de la nueva cámara fue espectacular al punto en que la demanda superó la capacidad de producción de sus fabricantes. Un mes tras su presentación al público, ya tenían 800 pedidos.

A pesar de la depresión económica mundial, Franke y Reinhold obtuvieron un crédito para construir una fábrica en la carretera de Salzdahlumer, que permitían una producción de 20,000 cámaras anuales.

A ésta primera Rolleiflex le sucedió la Rollei II o Rollei Standard, que como gran mejora incorporaba una manivela para el paso exacto de la foto, en lugar de la original ruleta dentada. Además, un visor informaba de la actual foto cargada. También se pasó del rollo 117 original al rollo 120, que gracias a ésta cámara se convirtió en uno de los formatos más universales durante mucho, mucho tiempo.

Años después, sacaron a la venta las Rolleicord, de inferior calidad que la Rolleiflex, pero al alcance de más bolsillos. Poco después, a mediados del en 1937 saldría la Rolleiflex Automat, que fue una nueva revolución, pues la manivela de paso de foto también cargaba el disparador automáticamente (evitando con ellos las dobles exposiciones accidentales). Los demás productores fotográficos (entre Voigtländer, que debía estar dándose de cabezazos en las paredes) sólo podían soñar con tal avance técnico y aún tardarían la mayoría mucho tiempo en lograr incorporarlo.

Después de sortear las dificultades de la Segunda Guerra Mundial, y tras la muerte de sus fundadores, Rollei viviría su edad de oro en la década de 1950. En esos años todos los fotógrafos profesionales tendrían una Rolleiflex y pronto esta cámara se volvería fundamental para fotógrafos de estudio, modas y viajes. Uno de ellos sería Robert Capa quien se volvió incondicional de Rolleiflex desde su primeros modelos. Helmut Newton y Robert Doisneau, entre muchos otros, tomaron sus más bellas imágenes con una Rollei.

El cuerpo de la Rolleiflex original está construido con una aleación de aluminio muy duradera y dispone de un ajuste de distancia muy preciso, que permite mantener el objetivo en el mismo plano de la película.

Emplea un carrete de 117 mm que permite tomar 6 fotografías en formato 6 × 6, aunque también utiliza rollos de 120 con 12 exposiciones. La película se recorre con una rueda y se lanzaron modelos con dos objetivos Zeiss Tessar 7.5 cm: un f/3.8 y un f/4.5.

Esta cámara utiliza el sistema de visor TLR (twins lens réflex) que consta de un par de lentes gemelos. El lente inferior se ocupa de la exposición y el superior, que no tiene diafragma ni obturados,  se usa para llevar la luz al espejo interior que la refleja sobre la pantalla de enfoque.

Como la cámara usa película de 6×6 cm. la pantalla de enfoque también usa estas medidas, con lo que tenemos un visor de gran tamaño con todas las ventajas que eso conlleva a la hora de componer y enfocar. Pero también tiene una desventaja: vemos la imagen a la inversa, la derecha está a la izquierda y la izquierda está a la derecha. Esto lo provoca la ausencia de pentaprisma. Esta inversión de la imagen despista un poco al principio, haciendo que movamos la cámara hacia el lado contrario del que queremos, pero en poco tiempo uno se acostumbra y deja de ser un inconveniente.

Fotógrafos con Rolleiflex

Robert Capa tomó su famosa y polémica foto: ‘Muerte de un miliciano’ con una rolleiflex, con la que viajaba para retratar las atrocidades de las principales guerras en el primer tercio del siglo XX.

Richard Avedon, conocido sobre todo como fotógrafo de moda y gran retratista también tuvo su etapa comprometida con la Rollei.

El fotógrafo francés Robert Doisneau decía de esta cámara: “No es agresiva y permite un gesto de cortesía al tener que agachar la cabeza”. La tuvo 39 años. Con ella retrato el famoso ‘Beso en el ayuntamiento’.

Vivian Maier, la niñera que se retrataba en el baño con una Rolleiflex compuso más de 100,000 imágenes, material inédito hasta la actualidad, donde la autora refleja las calles de Chicago, desde mendigos a niños, con un talento aparcado en el anonimato.

Diane Arbus, Stanley Kubrick, Imogen Cunningham, Ernst Haas, entre otros, también fueron adeptos a esta cámara.

El éxito de las Rollei, siguió caminos diversos: desde las cámaras compactas de 35mm. y el sistema de medio formato (120mm.) hasta su evolución en un respaldo digital, que fue presentado en el año 1992. El respaldo digital se adapta a los cuerpos de cámara Rollei y se llama Digital ScanPack. Cuenta con un escanner capaz de producir una imagen digital de altísima resolución con tiempos de exposición de varios segundos.

Desde el enero de 2010, todos los derechos de Rollei pertenecen a RCP-Technics, que continúa con la fabricación de cámaras digitales y otros instrumentos ópticos.